viernes, 16 de julio de 2010

Ave Fénix, símbolo de inmortalidad


Según la mitología, un ser que se caracteriza por arder en llamas y renacer de las cenizas, simbolo de muerte, renacimiento, renovación, esplendor, espiritualmente hablando, simbólicamente llevamos algo de fénix dentro.

Cuantas veces has quedado hecho cenizas y haz vuelto a renacer con más fuerza, pasado por el fuego de la purificación has visto como el aliento se te va y de rrepente las fuerzas vuelven y alzas el vuelo.

La vida tiene sus momentos, en los que es necesario pasar a la tumba y pasar tus tres días de luto para luego cual Cristo, quitar la piedra de la fosa y salir resucitado a una nueva y renovada vida. En todos los aspectos de la vida nos enfrentamos a esos procesos de muerte y resurrección. Procesos de cambios continuo, alguien dijo que la fruta que no se cosecha a tiempo se pudre, y que el agua que se queda quieta se estanca. Hay procesos en los que es necesario que cambiemos para bien, la prueba de fuego viene y debemos tener una perspectiva correcta al enfrentarla, dejar que se convierta en ceniza y volver a levantarnos del fuego resplandeciendo renovados.

La reflexión de todo esto me lleva a pensar que sin estos episodios la vida sería plana y aburrida, es emocionante no tener todo el cuadro claro, a ratos necesitamos llenar espacios que estaban ausentes de nosotros mismos, por la distracción de las cosas que no son tan importantes como tu vida misma. El músculo del alma se fortalece en medio de las pruebas y se forma el hombre interior, a la forma de su creador, el Fénix renace y muestra su esplendor cada cierto tiempo.

3 comentarios:

  1. El mito de Fenix me encanta. En especial la mitología cristianizada, en donde se relata que el Fenix habitó en el Jardín del Eden.

    Cuenta que es un ave mucho más grande e imponente que un águila, pero anidaba en los rosales. Cuando el Arcangel desenfundó su espada para desterrar a Adán y a Eva, saltó una chispa que encendío el nido del Fénix, consumiendolo también.

    Al ser el Fénix el único animal que se habia resistido a comer del fruto prohibido, se le concedío el poder de resurgir de sus cenisa. Renacer.

    El renacer a travez del fuego es purificarse, es doloroso, pero significa separarse de todo lo que no sea puro, original de su ser. Significa quitarse las cargas que se nos adieren con el tiempo. Nacer de nuestras cenizas es surgir desde lo que somos, bueno, mas bien desde parte de lo que fuimos...

    "Borrón y cuenta nueva". Volver a nacer no es solamente volver a intentarlo de nuevo. Ya no se es la misma persona cuando se ha renacido. Es más que ponerse en pie de nuevo, es recuperar las fuerzas, es dejar el pasado atrás. Se afronta lo mismo, pero con fuerzas renovadas.

    Cambiar es posible, y no hay mejor momento para hacerlo que cuando se vuelve a nacer. Cuando ya se purgaron los pecados y se pagó el precio de las malas desiciones.

    Además de lo que Chas menciona arriba, hay una cosa más. Se dice que el Fénix es una criatura que tiene el poder de curar, pero curiosamente es a travez de sus lágrimas... Otra analogía jugosa. He escuchado un par de veces que las lágrimas nos sirven para lavar el alma.

    El Fénix es una criatura inmortal, grande, poderosa, imponente, atemorizante, orgullosa... pero la mejor manera en que puede ayudar no es peleando, es llorando con ese alguien que necesita de él. Puede renacer, pero para poder sanarse, llora.

    Yo tengo uno en el brazo, ahora es parte de mi, así que si él renace, espero hacerlo yo también.

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  2. Buena Diego, no puede describirse mejor, hay tanto que sacarle a esta metáfora, que enriquece mucho el alma poder interpretarse dentro de ella, al menos a mi me gusta mucho el concepto de la salud de las lágrimas, quien no ha llorado no ha sanado, eso es una verdad...

    SABIAS PALABRAS DE UN HOMBRE SABIO ¨BIENAVENTURADOS LOS QUE LLORAN PORQUE SERAN CONSOLADOS¨

    muchos llevan llanto en el corazón por años y no lo quieren sacar a luz por el temor a enfrentar el dolor, cuando visualizamos esto desd la perspectiva de las cenizas del fenix, muchas veces no queremos llegar al punto de desaparecer en cenizas, pero cuan necesario es para poder renacer y recomenzar, desaprender lo aprendido, y reconstruirnos en la fortaleza del Dios que es fuego que consume, y purifica.

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  3. Todo en la vida, como que nace, muere... y es en saber levantarnos cada vez que caemos, donde reside la verdadera fortaleza del espíritu. Renacer de entre la cenizas de lo que dejamos atrás, ya por inaccesible o por consumido por el tiempo, es la mejor forma de agradecer que existimos. Sufrirlo es inminente, pero como dice Diego, esas lágrimas nos depuran y consuelan, y son necesarias para aprender, en cualquier cirscunstancia de la vida. Y así renacemos...

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Gracias por participar Chasteando un ratico.... espero que regreses